Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

La primera boda entre personas del mismo sexo fue en Galicia


Hace 15 años que se celebró la primera boda entre personas del mismo sexo, en Amsterdam, meses después de que el gobierno holandés aprobase la ley que permite que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio. Helene y Anna Marie fueron las primeras en casarse, o eso se cree. Bélgica fue el segundo país en legalizar estos matrimonios y España tercera.

Pero la verdad es que no fue ni en Holanda ni Bélgica. La primera boda homosexual con constancia de registro fue en Galicia, en A Coruña, en el ayuntamiento de San Xurxo. Fue iniciado el siglo XX, en el año 1901, hace ya más de 100 años.

Aunque la boda entre las holandesas Helene Faasen y Anne Marie Thuss pasó a la historia como la primera boda entre mujeres oficiada legalmente, la verdad es que las gallegas Elisa y Marcela, profesoras en Dumbría, se adelantaron 100 años.

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga

Se conocieron en su juventud, cuando estudiaban en A Coruña y se casaron con 32 años. Su boda, fue un acontecimiento en Galicia y en España y se consideró un acto de rebeldía sin precedentes. Para que estas dos profesoras se pudieran casar, Elisa se transformó en Mario, un náufrago del que tomó prestado su nombre y parte de su historia. Esta mujer se apoderó de la identidad de un primo de ella que se encargó de resucitar muchos años después de que a este lo tragase el mar. Desapareció un tiempo y volvió convertida en el. Y así fue como Elisa (ahora Mario) y Marcela se dieron el si quiero en la iglesia de San Xurxo, con el cura Cortiella como testigo.

Pero pasado el tiempo, el cura y los vecinos (sobre todo por estos últimos) descubrieron el engaño. Tal fue la noticia que la prensa gallega se hizo eco primero y acto siguiente la española. Por todo esto fueron excomulgadas, denunciadas, perseguidas y encarceladas. Primero a Oporto, donde a instancia de las autoridades españolas continuaron las persecuciones y fueron encarceladas, y acto seguido para Argentina.

Así pues, y aunque fuese con alguna que otra artimaña, Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se casaron por la iglesia el 8 de junio de 1901, más de cien años antes de que en Holanda se aprobase la primera ley del mundo que les permitía a personas del mismo sexo casarse.

Por lo tanto, dos gallegas y no dos holandesas fueron las primeras mujeres de la historia en casarse legalmente. Con alguna trampa, pues fue en otros tiempos, pero se casaron.

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga

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