Corría el año 1860, cuando en la Junta Ferroviaria, que estaba formada por representantes del Ayuntamiento de Santiago de Compostela y de la Real Sociedad de Amigos del País, tomaron la sublime decisión de crear la primera línea ferroviaria de Galicia.
La primera línea de ferrocarril en Galicia debía unir Santiago de Compostela con la Ría de Arosa, escogiendo el puerto de Carril para el final de la línea. Debido a varios contratiempos, esta línea no pudo terminarse hasta el año 1873, año en que fue inaugurada con el nombre Ferrocarril Compostelano de la Infanta Doña Isabel.
Tras la inauguración, hacía su llegada a la estación de Carril (situada enfrente a la playa Compostela) el primer tren de Galicia, cuyo gerente fue Camilo Bertorini, bisabuelo materno de Camilo José Cela.
En 1882, la mayoría del capital pasó a manos inglesas y la compañía cambió su nombre por el de The West Galicia Railway Company, Ltd., la cual acabó ampliando la primera línea ferroviaria de Galicia hasta Pontevedra en el año 1899, dando así 33km más de vía que cubrían el trayecto entre Carril y Pontevedra. En ese momento hizo su llegada a Galicia John Trulock, que se casó no Nina Bertorini (hija de Camilo Bertorini).
Imagen de archivo de locomotora de vapor.
Fueron muchos los retrasos producidos en la construcción de esta línea, tanto por problemas económicos como por las dificultades impuestas por el político Salvador Quiroga Ballesteros, el cual veía afectadas sus propiedades por el trazado de la línea. De su propiedad era el Señorío de A Golpelleira, cuyos terrenos quedaban divididos en dos mitades.
Los retrasos de la construcción de la línea supusieron fuertes críticas a la compañía por parte del ayuntamiento de Santiago, cosa que el director de la compañía, John Trulock no perdonaría nunca, además de que había pedido ayuda a Santiago para esta prolongación de la línea, ayuda que siempre le negaron. Debido a todos estes sucesos, John Trulock decidió no celebrar ninguna inauguración.
Dicho suceso, lo recogía la prensa de entonces con el siguiente texto:
- Sin aparato alguno, verificóse el día veinticuatro del pasado
- la inauguración de la línea férrea de Carril a Pontevedra,
- que une con los dos puntos extremos y entre si
- multitud de pueblecillos casi incomunicados hasta hoy
- por la escasez de medios de locomoción.
- No obstante haber carecido en absoluto del aspecto de fiesta
- con que es costumbre solemnizar mejoras de tanto interés
- para los pueblos como estos, nosotros hemos querido registrar
- el hecho en estas páginas, en la seguridad de que si las autoridades
- han quitado con su ausencia el esplendor á la ceremonia,
- no concediéndole importancia, no resulta por esto menos útil
- para la comarca el nuevo servicio ferroviario establecido ya
- desde el día 24 del pasado Julio.
- La máquina Caldas de Reyes a cargo del maquinista Sr. Porto,
- fue la encargada de inaugurar la línea, arrastrando el primer
- tren de viajeros a una velocidad de treinta kilómetros por hora,
- el recorrido se hizo en el tiempo debido y sin el menor contratiempo.
John Trulock se ocupó de la gerencia de la compañía durante 38 años, desde 1882 hasta 1919, año en el cual falleció. Pocos años después otra compañía se hizo cargo de la línea.
John Trulock
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