Un furancho (también se conoce como loureiro) es un pequeño canto de la geografía galaica en el que se dan cita los mejores ingredientes de esta tierra: buena comida, buen vino, naturaleza y gente amable.
Son casas particulares, con alguna zona habilitada para que los visitantes puedan degustar el vino propio del terreno, acompañado de unos manjares caseros a la altura de las circunstancias. Entre estés, lo más normal serán las tortillas (siempre hechas con huevos de casa), la empanada (hecha siempre con mucho amor y mucha harina por los dueños, y si es de maíz, mucho mejor), carne al caldeiro, zorza, chorizo, quesos. El verdadero secreto de los furanchos es ofrecer comida casera con productos propios, como los que hacían las abuelas
En los últimos años, los furanchos fueron adquiriendo cierta fama (relativamente, puesto que no son muy conocidos fuera de Galicia, y mismo en la Galicia más interior, donde no estamos acostumbrados a encontrarlos) y en algunos casos, el garaje paso a ser dedicado a la labor "furancheira" amueblado con una barra y unas mesas para los clientes. Los apocalípticos claman que de seguir así, acabaremos con furanchos sirviendo comida directamente a los coches de los clientes, al estilo de las cadenas de comida rápida, lo cual es contrario a la filosofía furancho, en el que la comida debe ser lenta, reposada y acompañada de una buena conversación.
Furancho
Una de las mayores virtudes de los furanchos es su carácter familiar y privado. El hecho de que mayormente sean establecimientos sin ningún tipo de publicidad ni letrero y que se encuentren en núcleos alejados de los pueblos y ciudades hacen que encontrarlos y llegar hasta ellos a veces sea una pequeña aventura. En los mejores casos (para que engañarnos) se descubre que hay uno o dos furanchos más antes de alcanzar el que se buscaba. Hay leyendas sobre aparatos GPS que preguntaron al propio usuario donde estaban y esto se debe principalmente a dos causas:
En primer lugar, un furancho tiene tantos nombres como visitantes, puesto que perderían toda su gracia si los anunciase algún letrero tipo "Coca Cola" luminoso. También puede recibir distintos nombres según el que se refiera e ellos. Un buen furancho debe abstenerse de cruzar esa línea.
En segundo, a pesar de su carácter folclórico y tradicional, tiene unas coordenadas geográficas que adoptan venir expresadas en código binario: esto es: o lo encuentras o directamente te pierdes. Hasta hoy, el metodo más fácil de acceder a un furancho es a través de una persona que ya lo conozca, que suele conocerlo a través de una tercera persona, que a su vez un día escucho a su padre decir que "allí tienen un vino cojonudo", y así sucesivamente...
Furancho
Si no es posible viajar con esta persona iluminada conocedora del furancho, procederemos a la orientación "a la gallega" Esta peculiar idiosincrasia del ser gallego consiste en ir preguntándole a cada vecino por el susodicho furancho hasta que llegues a tu destino.
Para no estar fuera de lugar en el furancho, haremos algunas recomendaciones para los novatos:
1. En un furancho se beben vinos y licores, y si estás enfermo agua. Como excepción, normalmente también hay Coca-Cola y algún que otro refresco. Esto no es un bar, aquí no hay cervezas, ni clases, ni vermús, ni mojitos.. ni nada en el que se combine más de un liquido
2. El servicio está formado por gente de la casa. Recuerda que ese guapo o guapa chica no cobra por aguantar a los clientes, pero tu si puedes cobrar si su padre que seguramente estará a su lado escucha algo fuera de tono
3. Salvo en casos de dificultad extrema, las porciones se comen con palillos o con las manos. En el caso de líquidos o de potajes se permite el uso de cucharas.
4. En algunos furanchos solo sirven un pincho con el vino pero no hacen raciones por que el cliente lo pida. Si tu dices, "me gustaría un cacho de tortilla", te pueden responder,"y a mí un masaje, pero me aguanto".
5. Si a pesar de todo recibes un tenedor para comer y lo tiene no son restos de comida y si son extras y no te los cobran, se agradecido.
6. No se piden tonterías como "a la carta" o "un menú", hay lo que hay y lo que no hay hoy lo hubo ayer y punto
7. Si hablas en voz baja y respetando el turno de palabra, los demás comensales se darán cuenta y te miraran raro. Grita. También ayuda soltar un taco de vez en cuando.
8. El café cortado con dos gotas de leche y sacarina son una pijada de ciudad. El café es de pota, no de maquina y sus únicas modalidades son "un poco" y "un poco más". También se puede pedir con leche, se la suelen ofrecer a quien pidió agua ya desde el principio.
9. El aguardiente es de la casa, la resaca sólo tuya. Este es un lema que debes de tener en la cabeza cuando alguien sirva otro chupito y diga, "Esta bueno este licor-café" o no probé un aguardiente mejor que esta!.
Furancho
¿Y tú, has visitado alguna vez un furancho? ¿Que opinión tienes sobre ellos? Compartelo y suscribete para que la gente conozca estos maravillosos sitios de Galicia donde poder disfrutar de unos vinos y una riquísima comida casera.
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