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María Pita, la heroína gallega contra el pirata inglés Francis Drake


Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, pero se sabe que fue en Coruña en el siglo XVI y que su verdadero nombre fue María Mayor de la Cámara y Pita. Se ignoran también los pormenores de su infancia, ya que adquiere notoriedad hasta 1589 debido a su valiosa participación en el rechazo popular a la invasión inglesa, que impidió la conquista de La Coruña, con la consiguiente humillación del famoso pirata inglés Francis Drake.

Estatua de María Pita.

Menos de un año después del desastre de la Armada Invencible, aparecieron en altamar 30 barcos y 17 mil soldados al mando de sir Francis Drake y de sir John Norreys, cuyo propósito era apoderarse de la ciudad, o cuando menos destruirla, en represalia por la fallida expedición española que Felipe II ordenó contra Inglaterra y que precisamente había partido del puerto de Coruña.

Francis Drake no fue otra cosa que un corsario, es decir, un pirata que atacaba a los enemigos de Inglaterra en cumplimiento de las misiones que le encargaba Isabel I. Drake navegaba en sus propios barcos, se quedaba con una parte del botín y hacía el trabajo sucio propio de las conquistas. De muchas maneras era un acuerdo fuera de la ley que beneficiaba a la corona inglesa. 

En la segunda mitad del siglo XVI los españoles, que acababan de conquistar el continente americano y comenzaban a extraer de sus minas cargamentos de oro y plata, eran los enemigos a vencer de Inglaterra. En la guerra de rapiña que entablaban ambas potencias, Drake no sólo ambicionaba riquezas, sino gloria y poder, que obtuvo gracias a sus ataques bárbaros y sanguinarios.

El pirata inglés Francis Drake.

En cuanto soldados y corsarios ingleses tocaron tierra coruñesa comenzaron a hacer grandes destrozos. Eludieron el fuego de las baterías que protegían a la ciudad y desembarcaron al fondo de la ría, encaminándose desde allí por tierra hacia el recinto amurallado.

El asedio y la lucha se prolongaron durante semanas y los pobladores de La Pescadería resistieron, pese a las minas que los invasores hicieron explotar en las murallas. Sangrientos fueron los ataques que el enemigo, en número de 12 mil hombres, hizo a la ciudad, apenas defendida por las escasas fuerzas de que disponía su gobernador, el marqués de Ceralvo.

El 14 de mayo, después de que estallara una de las minas que abrió brecha a los invasores, éstos pudieron subir a la muralla y se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los defensores. En el encarnizado combate murió el marido de María Pita, Gregorio Rocamunde. Un cronista anónimo relata los pormenores: “un alférez enemigo, con una bandera en la mano, subía por la brecha, animando con la voz y el ejemplo a los suyos; pero una de las mujeres que allí estaban, llamada María Fernández de la Cámara y Pita, tuvo el acierto de matarle, según unos de una pedrada, según otros de un arcabuzazo, suceso que acobardó a los enemigos”. Sin duda esto dotó de nuevos bríos a los coruñeses que estaban a punto de rendirse.

Batalla de María Pita contra el pirata inglés Francis Drake.

Dos horas duró el asalto tras el cual los ingleses intentaron retomar la ofensiva, sin éxito, hasta que Drake, humillado y desengañado de su tentativa de conquista y dadas las graves pérdidas, ordenó izar las velas de su galeón el Golden Hind (La cierva de oro) y de los otros navíos.

Felipe II otorgó a María Pita el grado y el sueldo de Alférez de los Tercios por el resto de su vida, merced que perpetuó Felipe III para sus descendientes.

Sobre Francis Drake ha corrido mucha tinta; recibió el trato de sir, que le otorgara la reina, y fue reconocido también como el primer navegante que cruzó todo el Pacífico, hazaña que no logró completar Magallanes. Se ha escrito que nunca lo derrotaron “sus enemigos humanos, sino una fuerte fiebre que le ocasionó la muerte, en 1596, en el Caribe”, pero pocos saben que el coraje de una mujer al frente de un pueblo mal pertrechado, lo obligó a emprender la retirada.

María Pita, afortunadamente, desde siempre ha sido reconocida en su tierra natal. Anualmente (agosto) en Coruña se celebra romería en su honor, sin que falten la plaza, el monumento y desde luego la sala que lleva su nombre y que preside su retrato en el Museo Regional. Aún más: María Pita es un gran referente, tan actual que los cronistas deportivos no dudan en mencionarla incluso para subir la moral del equipo gallego de futbol.

Estatua de María Pita

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