El Castillo de Vilamarín podemos encontrarlo en el municipio de Vilamarín, Ourense. Está levantado en el solar llamado Casal de Bouza, de dominio de Oseira y sus orígenes son un tanto oscuros. La Diputación de Ourense aclara en su folleto que nunca perteneció al Conde de Ribadavia y que tampoco fue derribado por los Irmandiños.
Vilamarín fue una de las villas donadas por Alfonso VII el Emperador, al teniente del Castillo de Allariz en reconocimiento de sus servicios en las campañas de Andalucía y en las guerras contra Portugal. Dicha donación fue confirmada por Fernando III el Santo y por Sancho IV, además de un sucesor de aquel teniente.
A lo largo del siglo XIX, el Castillo de Vilamarín pasa por una serie de propietarios, para terminar en 1976, en manos de la diputación provincial, que lo restaura debido al desastroso estado. La restauración, terminada en 1987, fue premiada con la medalla de plata por la Asociación Española de Amigos de los Castillos.
Foto Ayuntamiento de Vilamarín.
La torre de la esquina suroeste tiene un ardono un tanto curioso. Se trata de un reloj de arena en forma de patenilla. Un círculo biselado de piedra retrata a una estrella bonachona o a un sol de rasgos exóticos, con nariz ancha y aplastada, labios carnosos y ojos abultados, del que parten doce rayos que distribuyen su paso hasta bien entrada la noche.
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