Manuel Curros Enríquez nació en Celanova, Ourense, el 15 de septiembre de 1851. Hijo de Xosé María de Curros Vázquez y de Petra Enríquez, se fue muy joven a Madrid a casa de su hermano Ricardo, donde hizo el Bachillerato y empezó a estudiar Derecho.
Es en Madrid donde ingresa como escribano en el ayuntamiento. De esa manera visita los círculos literarios con la única intención de hacer allí su carrera literaria. En el año 1873, se casa con Modesta Luisa Polonia Vázquez Rodríguez, al mismo tiempo que se proclamaba la Primera República Española.
Entre diciembre de 1875 y febrero de 1876 escribe las Cartas del Norte, crónicas de la Tercera Guerra Carlista publicadas como corresponsal del periódico "El Imparcial". En 1877 ganó un certamen poético en Ourense, cuya victoria, lo determinó como poeta gallego. Este hecho, lleva a Curros Enríquez a establecerse en Ourense y trabajar en la Intervención de la Administración Económica.
Manuel Curros Enríquez.
En 1880 publicó "Aires da miña terra". Ese mismo año el obispo de Ourense D. Cesáreo Rodrigo Rodríguez, denunció al escritor por "herejías y ataque a la religión" y publicó un edicto condenando el libro de Curros Enríquez por contener proposiciones heréticas, blasfemas y escandalosas. El juzgado ordenó el secuestro de los ejemplares en poder del editor, los moldes fueron destruidos, y Curros Enríquez fue procesado por delito contra el libre ejercicio de la religión. Fue condenado en Ourense a 2 años, 4 meses y 1 día de prisión, y la sentencia absolutoria, se produjo el 11 de Marzo de 1881 en La Coruña.
Como consecuencia de esta absolución, Curros Enríquez dedicó a la hija de su abogado, María de la Concepción, el poema "Adiós Mariquiña":
"Como ti vas pra lonxe
i eu vou pra vello,
un adiós, Mariquiña,
mandarche quero."
En 1894 emigró a La Habana, donde dirigió el periódico "La Tierra Gallega". Más tarde ingresó en la redacción de "El diario de las Familias" y después en la del "Diario de la Marina".
En 1904 viajó a La Coruña, donde fue obsequiado por los regionalistas. De vuelta en La Habana, retomó sus actividades en el "Diario de la Marina", al tiempo que colaboraba con la revista "Galicia", propiedad de Vicente López Veiga.
Manuel Curros Enríquez murió en La Habana el 7 de marzo de 1908. Sus restos fueron embarcados para Galicia, donde se le tributaron diversos honores. Actualmente está enterrado en el cementerio de San Amaro, en La Coruña. En el año 1967, se le otorgó el homenaje del Día de las Letras Gallegas.
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