Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

Cañon del Xallas


El cañón del Xallas, en Dumbría (A Coruña) es de los mejores lugares de Galicia para la práctica de barranquismo, pero es perfectamente visible a pie por un excursionista casi en toda su longitud. Para ello sólo se debe ir armado de prudencia.

Para acceder a él, debemos llegar desde Ézaro hasta la presa de Santa Eugenia y, en vez de cruzar el muro de la presa, girar a la derecha descendiendo por una carretera, al final de la cual se puede dejar el coche.

Se comienza la ruta descendiendo unos 200 metros por un pequeño sendero cubierto de vegetación que nos lleva hasta el inicio del cañón. Aquí nos encontraremos con un pedregal que debemos atravesar hasta situarnos en la margen izquierda del río.

Cañon del Xallas

A medida que se avanza, se va dejando el pedregal y se llega al cauce del río, contemplando las primeras pozas graníticas de aguas cristalinas. 

Situados en la margen izquierda del río, se llega hasta el muro de una antigua presa. Debemos recorrerlo en su totalidad caminando por encima, para volver a descender al cauce al final.

Se sigue avanzando, dejando a nuestra derecha una pasarela de cemento colgada en la pared del cañón. No se debe subir en ningún caso, ya que se encuentra en un evidente estado de deterioro. Se entra en el tramo en el que se encuentran las mejores pozas. Aquí se puede hacer un alto y darse un baño en las limpias aguas del Xallas.

Cañon del Xallas

Se sigue adelante y nos encontramos con una sucesión de pozas, cascadas, toboganes y formas caprichosas labradas en la roca por el incesante discurrir del río.

La parte central de estas últimas pozas poseen bastante profundidad, lo que permite encontrar zonas desde las que poder realizar saltos sin peligro.

Si se avanza un poco más, se baja una pequeña pendiente de roca y llegamos hasta el final de nuestro recorrido. Se trata de la última poza por la que puede pasar un excursionista sin equipo de barranquismo. Es un bello lugar en el que se puede pasar un rato agradable disfrutando de la tranquilidad y de los incesantes sonidos del agua que envuelven este precioso paraje.

Cañon del Xallas

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