Finisterre se encuentra en la provincia de La Coruña. Su nombre viene derivado del latín, finis terrae, el fin de la tierra.
Finisterre, por Cultura Galega.
Sus origenes no son del todo claros, aunque hay datos de historiadores grecorromanos que a pesar de carecer de rigor por parte de la historiografía moderna, nos sirven para entender un poco su historia.
Finisterre, por Cultura Galega.
Al parecer, Décimo Junio Bruto después de haber vencido sus batallas, quiso contemplar como el sol se precipitaba en el mar y una llamarada salía de las aguas. Dicho espectáculo lo contempló en el Monte del cabo de Finisterre, donde cuenta la tradición que los romanos encontraron un altar al sol y que al parecer fué construido por los pobladores que habitaban esas tierras antes de la romanización.
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En el Monte del cabo de Finisterre también podemos encontrar los restos arqueológicos de Vilar Vello, aunque todavía no han sido excavados ni estudiados, además de la Capilla de San Guillermo, que está relacionada con ritos de la fertilidad.
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A Finisterre también llegan para finalizar su recorrido los peregrinos del Camino de Santiago, donde visitan la Iglesia de Santa María das Areas que data a finales del siglo XII. En dicha iglesia se encuentra el Santo Cristo de Finisterre, una talla gótica del siglo XIV. Frente a esta iglesia se encontraba el hospital del peregrino, fundado por el párroco Alonso García en 1469.
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Finisterre es un lugar lleno de monumentos históricos, como el Castillo de San Carlos, el Cementerio del Fin de la Tierra o el Faro de Finisterre. Sin duda, es un lugar digno de visitar para así contemplar su grandeza.
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Su fiesta más importante es la Semana Santa de Finisterre, que está declarada de interés turístico nacional.
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