En Agosto del año 1908 cerca del Cabo de Fisterra hubo un ataque mortal de un tiburón. La víctima fue el tripulante de un vapor de la naviera británica P&O (Peninsular and Oriental Steam Navigation Company) que por motivos desconocidos cayó al mar y acabó devorado por un tiburón, que al parecer y según el testimonio de los pasajeros, llevaba varios días siguiendo el barco.
El miembro de la tripulación que fue deborado por el tiburón se llamaba William Newbury, tenía 26 años y estaba casado. Cuando el correo se encontraba en las cercanías del Cabo de Fisterra se oyó un grito de "Hombre al agua". Rápidamente el barco viró, se preparó un bote y vieron a William en el agua, nadando.
Justo en ese instante se sintió un enorme grito y su cabeza desapareció bajo el agua. Unos segundos más tarde el bote llego al sitio donde se le vió por última vez, pero ya era demasiado tarde, lo único que quedaba era el agua teñida de rojo.
A día de hoy todavía se desconoce que tipo de tiburón fue el que pudo atacar a William Newbury y cuales eran los motivos por los que el tiburón siguió durante varios días al vapor de la naviera británica.
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