Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

La leyenda del Bolimarte


El 'Bolimarte' es algo así como una salamandra pero con algunas características añadidas muy peculiares. Tiene una cresta roja como la del gallo en la cabeza. Mide aproximadamente unos 15 centímetros y tiene un largo rabo.

Pone un huevo cada 7 años en el nido del buho, asi cuando nacen las crías del 'Bolimarte' se come los huevos del buho.


Se ve muy pocas veces, pero cuando se ve es porque habrá un eclipse de sol. Como le tiene miedo al fin del mundo busca la compañía de los hombres. Con tal de que hombre le deje entrar en su casa en la víspera del eclipse de sol, el 'Bolimarte' da si es necesario oro, o al menos indica donde lo hay.

Una vez accede a la casa hay que alimentarlo bien, por lo que con dos pollitos al día suele ser suficiente. Es suficiente con desplumarlos puesto que los come crudos. Hay leyendas que dicen que más de una familia se hizo rica dando cama y de comer al 'Bolimarte' cuando tiene miedo.



Dicen que lleva hilos de oro y que los regala cuando alguien le sirve. Pero no hay que coger eses hilos de oro cuando te los da, puesto que hay que esperar una hora ya que queman. Cuando quiere decir donde hay oro, abre una ventana y escupe fuertemente y hace un poco de humo donde cae. Cuando el 'Bolimarte' encuentra el oro se sienta sobre sus patas trasera y silva.

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