Este suceso ocurrió en la parroquia de Reirado, en el ayuntamiento de Alfoz, Lugo. Al parecer, una tarde, una joven de Reirado estaba alindando las vacas cuando pasó por allí una mujer que tenía fama de bruja.
El hecho en sí fue, que cuando al anochecer ordeñaron las vacas, una de ellas en lugar de leche, echó un líquido rojo como la sangre. Este líquido lo echaron en un cacharro y lo pusieron al fuego pero en lugar de hervir y echarse por fuera del cacharro, subía y subía como si fuera espuma pero no se esparramaba ni una gota.
El padre de la chica le preguntó a ella si había pasado alguien por el lado de ella cuándo estaba alindando, a lo que la joven le respondió diciendo que había pasado "la bruja". Entonces el señor dejó la "sangre" un poco al fuego, después la vació en una piedra o adoquín en el suelo, cogió una cuerda y le pegó con ella.
Luego sacó un tizón del fuego y también lo metió unas cuantas veces como si quisiera quemarlo. Al dia siguiente por la mañana llegó por allí un vecino, y el dueño de la vaca lo preguntó:
—E ¿viche-la meiga por aí hoxe?
—Ta, ta —contestou o veciño— ¿e non sería vostede quen lle deu unha tunda? Porque ver vina toda envolta e encuruxada coma se levara queimaduras pola cara e toda degolada que case non podía andar.
O dono das vacas riuse polo baixo e rosmou:
—¡Poidera ser! ¡Poidera ser!»
-Y ¿viste la bruja por ahí hoy?
¿-Ta, ta -contestó el vecino- y no sería Usted quien le dio una paliza? Porque ver la vi toda envuelta y la cara como si estuviese llena de quemaduras.
El dueño de las vacas se reía por abajo y refunfuñó:
-¡Pudiera ser! ¡Pudiera ser!»
Si te ha gustado no dudes en compartir y twittear para que tus amigos conozcan todas las tradiciones y leyendas gallegas. Si además te suscribes a Cultura Galega podrás recibir todas nuestras novedades en tu email.
Porque Galicia es única y aculturadegalicia.com también.