El afilador o amolador, es un comerciante ambulante, que ofrece sus servicios de afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte. En Occidente, ya es historia la imagen del artesano recorriendo las calles del pueblo o la ciudad anunciando su paso con el "pito del afilador" o "chiflo" (una pequeña flauta de Pan hecha de cañas y luego de plástico) con su breve melodía haciendo sonar las notas de su escala tonal, de graves a agudas y viceversa, como una escalerilla musical. En el pasado, los amoladores solían ser también reparadores de paraguas.
Afilador en las calles de Ourense
Ha quedado noticia documental de la tradición de afiladores ambulantes gallegos al menos desde finales del siglo XVII. En su origen, el medio de trabajo del afilador era la "roda de afiar", rueda de piedra o "tarazana", primero acarreada a espaldas del propio afilador, y más tarde rodando. A lo largo del siglo XX la vieja "tarazana" fue sustituida por equipo más moderno, transportado primero en bicicleta y luego en motocicleta, furgoneta, etc.
Esa larga tradición del oficio de afilador en el mundo rural gallego, ha dejado su sello cultural en municipios del norte de la provincia de Ourense como Castro Caldelas, Esgos, Chandreja de Queija, Nogueira de Ramuín, Pereiro de Aguiar, San Juan del Río y Junquera de Espadañedo.
También resultó inevitable que esa mezcla de saber técnico y oficio itinerante de los afiladores gallegos acuñara un lenguaje gremial propio, "o barallete", tesoro de la tradición oral ourensana.
Monumento al Afilador en Nogueira de Ramuín, en Ourense
Cultura Galega te cuenta todas las leyendas y tradiciones que tenemos en Galicia. No dudes en registrarte, descargarte totalmente gratis nuestra APP y compartirlo con todos tus amigos.