Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

La leyenda del tunel bajo el Rio Miño


Viejas leyendas narran la existencia de un gran túnel que comunicaba el Claustro de la S. I. Catedral con las vetustas murallas, que bordeando la orilla del río Miño, ceñían las fuertes defensas de la calle de Abajo, comprendidas entre el baluarte “del Carballo” y la Puerta del Arco. Según otras versiones el mencionado pasadizo subterráneo alcanzaba el Monasterio de Ganfei ya en tierras portuguesas.

No hay forma de discurrir en todo esto la parte que corresponde a la realidad y lo que es producto de la fantasía de las gentes.

El reciente descubrimiento o redescubrimiento –al decir de ciertos “técnicos”- de una puerta subterránea localizada con motivo de las actuales obras de pavimentación que se están llevando a cabo en el Claustro, ha motivado un evidente interés para despejar esta incógnita, procediendo a la exploración de dicha comunicación secreta.

Río Miño, donde se dice que hay un túnel bajo el agua

Lo que si está suficientemente claro es que uno de los trazados del pasillo conduce a través de una escalera de piedra de forma espiral hasta las almenas del Torreón del Palacio Episcopal., contiguo a la hermosa galería; pero, de momento, nada se puede aventurar sobre la dirección y longitud del tramo descendente, por encontrarse el suelo cubierto por números piedras y abundantes tierras, procedentes quizás de las anteriores obras realizadas en el Claustro.

El investigador D. Joaquín Fernández de la Granja en su obra “Recuerdos Históricos de Occidente” impresa en Vigo durante el año 1882, refiriéndose a tal pasadizo dice:
“Estas dos fortalezas de Tui (Castellum Tyde) y Valença se comunicaban en los tiempos antiguos por un túnel que salvando el Miño las ponía en comunicación; habiéndo sido mandado explorar a principios de este siglo (XIX) por el dignísimo Obispo de Tuy, D. Juan García Benito, el cual se valió de doce hombres, quienes llevando otros tantos faroles bajaron hasta seis mil escaleras, no pudiendo continuar el reconocimiento por apagarse las luces repetidas veces debido a un aire frío y húmedo que circulaba”

También en la ciudadela y en edificios anexos al Palacio, concretamente en la antigua cárcel vieja, existe otra sima de profundidad y dirección ignirada, provista de una escalera regular de bajada cuya terminación no se conoce.

Río Miño, donde se dice que hay un túnel bajo el agua

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