Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

Leyenda del monte de la Siradella


En San Martiño do Grove, O Grove, Pontevedra, existe una leyenda sobre el monte de la Siradella o Cidadela, y Cultura Galega va a contártela..

Allí estuvieron los moros durante mucho tiempo. Los vecinos lo llaman 'O castelo dos mouros'.

En un pozo que hay en el monte, un vecino tiró una piedra. Del agujero salió mucho humo y, acabado este, apareció una mujer. La dueña le dijo que en el fondo del pozo, estaban encantados un príncipe y dos princesas, y que los desencantaría si tiraba al pozo tres barras de pan; dicho esto, desapareció.

Al cabo de cuatro días, el hombre volvió con tres barras de pan, pero no pudo resistir el hambre que lo asaltó en el camino y comió un trozo de una de las barras. Al llegar al pozo tiró el primer pan, que al tocar el fondo, se convirtió en una princesa y desapareció. Tiró la segunda barra, se convirtió en un príncipe y también desapareció. Tiró el tercero y le salió un monstruo, como persona sin cara, que desapareció después de entregarle un cinturón al hombre.

De vuelta a casa, se sentó a descansar y ató el cinturón a un árbol. En pocos segundos, después de varias torsiones, desaparecieron árbol y cinturón, acto, que el monstruo tenía reservado para el por haber comido un trozo de la tercera barra de pan.

El pozo es cuadrado y revestido de piedra en su interior. Por el fondo pasa el agua, conducida por dos pequeños túneles. Dicen que era la salida secreta de los moros de la Siradella.

Cuentan las historias, que al principio llegaron a esta zona los primeros hombres y después llegaron los moros, que los vencieron y mataron.

Una princesa mora se enamoró de un moro, de los que vivían en Ons y que eran enemigos de los suyos. A causa de esto, los padres de la joven se oponían a este amor. Para poder acabar con ellos, convocaron a los sabios de la Siradella quienes les dijeron que, según una profecía escrita en unos libros antiquísimos, si los dos jovenes se casaban, desaparecerían tódo los moros del mundo. Para evitar tan grande mal, los padres de la princesa minaron a través del pozo de la Siradella para hacer que se hundiese, y dejaron que su hija muriese en el derribo para evitar la desaparición de los moros de todo el mundo.

Monte de la Siradella o Cidadela, O Grove, Pontevedra.


Según otra leyenda, el rey moro que habitaba en la Siradella era ambicioso de más y quería conquistar el mundo entero. Fue por esto que Dios castigó a este rey con un cataclismo que acabó con los tres castillos de la Siradella.

Y ya para finalizar este artículo, sepáis que en el monte Siradella hay tres minas, una de oro, otra de fuego y otra de peste, aunque no se conoce su localización.

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