La Basílica de San Martín de Mondoñedo (San Martiño de Mondoñedo) está situada en Foz, Lugo, y está considerada como la catedral más antigua de España, ya que en el siglo IX fue sede de dos obispados del Reino de Galicia, uno trasladado desde Dumio, en el distrito de Braga (Portugal), y otro trasladado desde Bretoña, en la provincia de Lugo. El edificio actual es románico de finales del siglo XI y los recios contrafuertes son obra del siglo XVIII. Desde el año 1931 está catalogada como BIC y en el 2007 obtuvo la categoría de basílica.
Basílica de San Martín de Mondoñedo.
La historia de esta sede comenzó en el siglo VI cuando un grupo de cristianos llegaron huyendo de los anglosajones desde la provincia romana de Britania y se establecieron en Galicia. Fijaron su capital en Bretoña y fundaron un obispado que llegó a tener gran influencia, participando regularmente en los Concilios de Toledo. El lugar de este obispado se encontraba entre Meira y Mondoñedo, en la provincia de Lugo. Se suele identificar con la actual parroquia de Santa María de Bretoña, en el municipio de A Pastoriza, Lugo.
Basílica de San Martín de Mondoñedo.
Más tarde, en el año 866, el obispado de Dumio tuvo que abandonar su sede por causa de la conquista musulmana refugiándose en un lugar llamado Mendunieto, el lugar actual de la Basílica, y que con el tiempo derivaría al nombre de San Martín de Mondoñedo. Pero a mediados del siglo IX los vikingos destruyeron Bretoña y el obispado tuvo que trasladarse a lo que después sería San Martín de Mondoñedo, lugar ofrecido por el rey Alfonso III para fundar un monasterio y como sede episcopal doble (dumiense de Dumio y britoniense de Bretoña) y cuyo primer obispo fue Sabarico. Investigaciones recientes, basadas en citas de diversas fuentes, hacen suponer que ya existía en el lugar un viejo monasterio llamado Máximo.
Basílica de San Martín de Mondoñedo.
Después del obispo Sabarico tuvo esta sede otros 14 obispos entre ellos a Rosendo (que sería San Rosendo, fundador del monasterio de Celanova), durante los años 923 a 942, y a Gonzalo, a partir del 1071 hasta el 1112, obispo muy popular y tenido por santo entre los fieles, que había sido abad en el monasterio de Sahagún. En el museo parroquial se conserva su sepulcro y su anillo pastoral de oro, que tiene una piedra de cuarzo engarzada por cuatro cabecitas de ave con unos brillantes en los ojos, cuya inscripción dice:
Nolo esse datus neque venundatos - No quiero ser regalado ni vendido
También se encuentra en el museo su báculo, una vara de madera de 1,45 m unido a una voluta de cobre dorado de 10 cm que termina en una cabeza de animal. Hay una historia que dice que el obispo Gonzalo consiguió con sus rezos que fracasara una incursión de piratas en la ría de Foz.
Basílica de San Martín de Mondoñedo.
Posteriormente en el año 1112 la Reina Urraca mandó trasladar la sede episcopal a Vilamaior do Val de Brea, o Vallibria, y que con el tiempo cambió su nombre por el de Mondoñedo, en recuerdo de la antigua sede. Tras este traslado, en San Martín fueron sustituidos los primitivos monjes por canónigos regulares de San Agustín que permanecieron hasta el 1534 en que el papa Clemente VII agregó este priorato a la catedral de Mondoñedo y ordenó que en San Martín de Mondoñedo quedasen tantos clérigos como canónigos regulares de San Agustín.
Esta medida llegó desde Roma para evitar los abusos que los abades comendatarios venían cometiendo, ya que en los últimos años el abad de San Martín era también dignidad de la Catedral de León, eligiendo esta ciudad como residencia y descuidando por tanto sus obligaciones en el monasterio, cuyos canónigos al verse sin dirección vivieron de manera poco ortodoxa.
Basílica de San Martín de Mondoñedo.
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