Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

Parque natural Monte Aloia


El monte Aloya es una cumbre ubicada en la sierra de Galiñeiro, declarada parque natural el 4 de diciembre de 1978. Está ubicada en el municipio de Tuy ( Pontevedra) y tiene una superficie de 746 hectáreas.

La vegetación está formada por matorrales y plantaciones de pinos. Tiene restos de la cultura castreña y elementos de interés etnográficos.

Parque natural Monte Aloia

El monte Aloia presenta una topografía accidentada con una altitud que oscila entre 80 y 629 metros del Alto de San Julián, desde la que se domina un amplio tramo del río Louro y del río Miño hasta su desembocadura.

Sus suelos son ácidos, de baja o media profundidad, de sustrato granítico que afloran a menudo dando lugar a rocas y pedregales, elemento característicos del paisaje de la región del Bajo Miño.

Está atravesado por varios arroyos entre os que se encuentran el arroyo de las Cabanas, el Deique y el de las Tabernas.

Es abundante el matorral de tojo y de genista. Quedan algunos restos del bosque caducifolio autóctono como carballeiras, y vegetación de ribera.

En 1910 comenzó la plantación de pinos (ródeno, silvestre y radiata) y se establecieron masas de árboles exóticos.

Existe una «senda botánica» que muestra al visitante los elementos forestales sobresalientes del bajo Miño en general, y del Parque Natural en particular.

Parque natural Monte Aloia

La fauna más abundante es la típica de montaña interior:

Mamíferos: zorro, conejo, erizo.
Aves: perdiz pardilla, ratonero común, cernícalo común, cárabo común.
Anfibios: tritón.

Se han encontrado rastros de Citania, un poblado castreño anterior a la romanización. Han aparecido restos prehistóricos, como molinos de mano, o cerámica. También una interesante muralla ciclópea, de 1250 metros de longitud, que rodea la meseta superior. Algunos atribuyen el nombre de Monte Aloia a la presencia de la legión romana V Alaudae.

Parque natural Monte Aloia

Ya en la época histórica hay constancia de la utilización que varias generaciones de tudenses hicieron del Monte Aloia como refugio contra las sucesivas invasiones de los romanos (se asocia con el monte Medulio de los autores latinos), árabes, normandos, franceses y portugués.

Los Monumentos y edificios que nos podemos encontrar en Monte Aloia son los siguientes:

Capilla de San Julián, reconstruida en 1713 sobre una iglesia románica. Ocupa el centro de una gran parte de la iglesia que por un lado parte de una escalinata de piedra hasta la fuente del santo y por el otro un Vía crucis que culmina con la Gran Cruz (1910).
Casa forestal (1921) de curioso diseño realizado por el ingeniero de montes Rafael Areses.
Monumento al ingeniero Areses.
Nueva casa forestal y sede de la Junta Rectora.
Miradores.
Muralla ciclópea.
Restos de la aldea pretohistórica en el «Alto de los Cubos».

Capilla de San Julián, en el parque natural Monte Aloia

El primer domingo de julio se celebra el jubileo, una romería de gran afluencia, dedicada a la Virgen de las Angustias, en la ermita de San Julián (Pazos de Reyes).

El primer domingo de agosto se celebra, así mismo, la romería de San Fins (Rebordanes).

Rogativas: la imagen de San Julián es objeto de devoción en la región por sus virtudes taumatúrgicas (obtención de cosechas, curar enfermedades, etc.).

Existen muchas historias que se refieren al monte: se dice que las yeguas de Aloya son fertilizadas por el viento, y en la cama de San Julián no crece la hierba. Todas ellas dan una idea del carácter mítico que tuvo siempre para los tudenses el monte Aloya, perdiéndose el rastro de su origen en la noche de los tiempos.

Se estableció como Paraje Natural de Interés Nacional por la Orden Ministerial de 5 de junio de 1935. El Real Decreto 3160 del 4 de diciembre de 1978 lo declaró como Parque Natural.

La tierra pertenece a la autoridad local menor de Pazos de Reyes y a la Comunidad Vecinal de Montes en mancomún de Rebordanes.

Parque natural Monte Aloia

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