Cultura Galega Adiós, ríos; adiós, fontes; adiós, regatos pequenos; adiós, vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos. (Rosalía de Castro) Comería a túa alma coma quen come un ovo doce novo, perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. (Estíbaliz Espinosa) Idioma meu, homilde, nidio, popular, labiego, suburbial e mariñeiro, que fas avergoñar ó burgués, ó señorito i o tendeiro. (Manuel María Fernández) Ás veces fáltannos palabras e ás veces sóbrannos, ás veces fáltanos o tempo de dicilas e ás veces pásanos o tempo de calalas. (Baldo Ramos) Os soños cantan coa gorxa xeada, como esclavos fan tocar os tambores. (Manuel Rivas) Mexan sobre nós e temos que dicir que chove. (Castelao) Díxenlle á rula: Pase miña señora! E foise polo medio e medio do outono por entre as bidueiras sobre o río. (Álvaro Cunqueiro)

El culto al Sol en Galicia


El sol constituye uno de los principales elementos de la mitología gallega. Sus atributos esenciales permitieron asimilarlo con el apóstol Santiago que fue para los primeros cristianos, en sentido místico, como el sol que desvanece las tinieblas de la idolatría.

La fábula pagana al culto del Sol es la de Jerión, muerto y enterrado por Hércules debajo de la torre coruñesa, que aun lleva el nombre del legendario vencedor y que vino esmaltar en el escudo heráldico de la Coruña. Hércules era la representación del Sol, y esa fábula no trata de un mito solar, ni encierra más memorias que las referentes al dios de la luz, vencedor de las sombras, o que adoraban los galaicos.

Otro antiguo romance gallego representa al Sol como un hermoso mancebo apoyado en un cetro de resplandores, con barbas y cabellos rubios, cabello rojo del que salen, además, rayos solares, también rubios; y en el lenguaje vulgar del país, el sol se llama "Lorenzo".

El remotísimo culto al Sol en Galicia lo testimonian también el "Ara Solis" de Ptolomeo, próximo a la postre Fisterra. Esas tradiciones están llenas de un sabor solar tan pronunciado con las peregrinaciones que realizaban a Fisterra los que venían visitar la tumba del Apóstol, no hacían más que repetir las antiguas tromenies célticas al Ara Solis.

Astro Sol

Seguramente, el miedo y el acoso que infundió en los antiguos la visión que experimentaron al llegar a Fisterra, lugar en el que sólo se ojeaba un infinito mar en el que se zambullía el sol, como si el océano lo devorara, al tiempo que se escuchaba un hondo quejido, creencia que inda hoy sobrevive en algunas gentes de esta "Finisterrae".

La leyenda de Ara Solis, quizás de origen griego, refiere que el pueblo caldeo, que adoraba el sol, decidió un día curiosear donde se escondía el astro durante las horas de la noche. Abandonando sus lugares natales, los caldeos comenzaron su camino hacia Occidente. El último lugar al que llegaron fue Galicia. Allí fue donde se percataron de que el mar les impedía continua el avanzo, al mismo tiempo que descubrían que el Sol se inundaba en el océano. Convencidos de que entre las aguas pasaba el astro adorado las horas de la noche y anonadados ante aquel prodigio, decidieron construir en aquellas tierras un altar el que pusieron de nombre de "Ara Solis". Hay también quien afirma que el cáliz y la hostia del escudo de Galicia son una representación simbólica o filtrada por la religión cristiana del sol sobre el "ara".

Entre los niños aldeanos se cree que el Sol baila en la mañana de San Juan; y no son pocos los que acuden de madrugada a algún cerro, provistos de cristales ahumados, para contemplar y admirar el maravilloso fenómeno que consigue visos de realidad en su magín infantil.

Entre los pescadores existía la llamada "dar vuelta el sol", y se refería a los días de la segunda quincena de diciembre, comprendidos entre el 19 y el 24, que es hasta cuándo entra la sardina en las rías gallegas, cuando vuelve el sol, o sea, cuando comienzan a crecer los días luego de venir menguando.

El folclore gallego abundantísimo en tradiciones y leyendas, y las que pertenecen entre otras sus peregrinaciones celtas a la Ara Solis y a la postre Fisterra luego de visitar el sarcófago del Apóstol son muy numerosas.

El culto a las estrellas fijo que la Vía Láctea se llame "Camino de Santiago", que algunos creen si la ruta de las almas hacia la eternidad.

El culto de los astros, en especial, del sol y de la luna, estuvo antiguamente arraigado en Galicia, y aun lo sigue estando entre gente aldeana, según revelan fragmentos de romances populares que se conservan, y en algunos de los que hay visibles reminiscencias paganas y supersticiosas. Por otra banda, el Ara Solís justifica esas antiguas creencias, como las rememoran también no pocas costumbres que aun sieguen vigentes en nuestros campos.

Sol poniendose en Finisterre

Cultura Galega te trae todas las leyendas y tradiciones de Galicia, ¿Conocias la de el Culto al Sol en Galicia? No dudes en suscribirte y ser el primero en recibir todas las novedades que preparamos cada día para ti, además puedes compartirlo y conseguir que tus amigos también lo sepan todo sobre Galicia, y por su puesto, no dudes en descargar nuestra APP de Cultura Galega, te aseguramos te encantará.




-