El santuario de 'Nosa señora dos Milagres' o 'Virgen de los Milagros' se encuentra situado en el ayuntamiento de Baños de Molgas, Ourense.
El origen de la devoción a la Virgen de los Milagros en el Monte Medo se pierde en el tiempo. La leyenda cuenta que en la Edad Media hubo luchas feudales entre los condes de Caldelas y Pena. Ambos, reunieron a sus vasallos y se enfrentaron en Marrubio, lugar del municipio de Montederramo, cercano a la Serra de San Mamede.
Las fuerzas del conde de Caldelas, eran muy inferiores a las de Pena, pero animado por la justicia de la causa que defendía, pidió la protección de la Virgen de los Milagros, y logró vencer completamente al enemigo, que se refugió con sus mermadas fuerzas en el Monte Medo, donde esperó la ayuda de otros señores.
Los refuerzos que llegaron para ayudar al conde Pena, pertenecían al conde de Sandiás, y fueron tantos los hombres reunidos para la batalla, que atemorizado, el conde de Caldelas volvió a pedir ayuda a la Virgen de los Milagros. La batalla fue tan dura y violenta que el conde de Caldelas estuvo a punto de verse derrotado, con lo que se dirigió a la Virgen de los Milagros de Monte Medo y le hizo la promesa de que si le ayudaba a vencer a su enemigo una vez más, levantaría una ermita en su honor.
El conde Caldelas, una vez que logró aplastar a su enemigo, cumplió su palabra. Levantó en el Monte Medo una pequeña capilla con una bella imagen de la Madre de Dios, que recibió allí culto bajo el nombre de 'Nosa Señora da Defensa', por la milagrosa intervención en la batalla.
Con el paso de los años, la ermita se fue llenando de maleza y el pueblo olvidó a la Virgen, hasta que un día, una niña que se dedicaba al pastoreo, se adentró entre la maleza sintiendo atracción hacia aquel lugar, cuando de pronto vio en el hueco de un árbol la imagen de la Virgen de los Milagros en el Monte Medo.
Fue corriendo a contárselo a todos los vecinos, y estes, al cura de Vide, el cual no les hizo caso. Al día siguiente volvió la pastora al lugar donde estaba la imagen, y allí, la Virgen de los Milagros del Monte Medo le habló, comunicándole su deseo de que se levantase una ermita. La niña fue corriendo a comunicárselo al cura de Vide, que esta vez quiso acompañarla al lugar. Al ver que todo era cierto, quiso trasladar la imagen de la Virgen de los Milagros a la iglesia de Vide, pero en el transcurso del recorrido hacia la iglesa, la imagen desapareció por arte divina entre la maleza del Monte Medo.
Ante tal suceso, se mandó edificar allí una capilla en la que la Virgen de los Milagros del Monte Medo empezó a recibir culto.
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